Hay quienes piensan que las dos semanas de hotel y playa sonel claro ejemplo de que la convivencia les irá viento en popa, pero losproblemas del día a día y la monotonía no se reflejan durante el periodoestival. Os cuento una serie de motivos por los cuales nosiempre es bueno irse a vivir con la pareja.
Pelear por aburrimiento
Cuando una pareja vive separada siempre hay momentos deescape en los que uno visita al otro, quedan para ir al cine o tomar algo osimplemente se saca tiempo para hacer algo diferente. Parece que la convivenciaacelera la rutina: del trabajo a casa y de casa al trabajo (o de la uni a casa yde casa a la uni). Aunque en un primer momento apetece explotar al máximo lacomodidad del sillón y la tele, llega un momento en el que te subes por las paredes.Este es el momento ideal para que surja una pelea, es decir, regañar por aburrimiento.
Pequeños detalles del día a día
Nunca se te pasó por la cabeza que discutirías con tu parejapor cosas como tirar el agua del cubo de la fregona o por comprar las galletasde marca blanca que siempre odiaste.Pequeños detalles que pueden llegar a acumularse y hacer que la convivencia seconvierta en un auténtico tira y afloja.
¿Y los amigos?
¿Te acuerdas de esas fiestas de pijama donde quedabas contus amigas para hablar del nuevo de la clase? ¿O de esas timbas de póquer dondeel humo y el buen rollo invadían el salón de tu casa? Pues recuérdalo bienporque las opciones de que vuelvan a ocurrir dependerán de las veces que tupareja decida irse por su cuenta de vacaciones. Tu vida ahora está supeditadaal calendario de tu chico o chica. Game over.
El dinero: comienza la cuenta común
La luz, el agua, el gas o la compra. Ahora sois dos y es muy habitual crear una cuenta común en la cual uno gasta más que el otro. A menudo hay dos perfiles: elahorrador y el que despilfarra, al que le gustan los yogures de marca blanca yel que los quiere de soja con bífidos, sin lactosa y desnatados. La cuentacomún también puede significar la cuenta atrás para el fin de la relación si nose hacen las cosas con cabeza.
Necesidad de espacio vital
Lo que ocurría trasuna pelea es que una cogía el bolso y el otro la cartera y primero paz ydespués gloria. Bajo un mismo techo comienza la batalla de los portazos. A mayornúmero y rapidez de portazos, peor será la discusión entre ambos. Poreso siempre es recomendable irse a vivir a un piso de al menos doshabitaciones.
Las manías de uno y de otro
¡¡¡Ya no podrás dejar la ropa sucia fuera de la lavadora nilas planchas del pelo en el suelo del cuarto de baño!!! Manías insignificantespara ti pueden irritar a tu pareja y viceversa. Además, tendrás que habituarte asus modales (y al revés): mirar el gas antes de dormir, cerrar la puerta con llave o nodejar el váter abierto son algunas de las reglas 'number one' para tener una buenaconvivencia.
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