El sexo es una de sus formas de expresarse. Florencia, nombre real de Maria Riot, es una mujer argentina, bonaerense, cuyo cuerpo es su vehículo oficial para hacer una crítica a una sociedad que considera la prostitución, confundiéndola con la trata de personas, una de las grandes lacras de la actualidad. Ella no se corta. Aboga por la libertad y lucha en contra de los prejuicios. Hoy en Gonzoo conocemos a una mujer diferente, amante de la música, vegana y defensora de los derechos animales pero sobretodo con las ideas muy claras.

¿Cómo una chica que sueña con la música acaba dedicándose al porno?

La música sigue siendo una de mis principales actividades cotidianas, ya sea escuchándola o yendo a ver bandas; es algo que me gusta mucho y que me gustaría poder volver a estudiar y tocar en una banda que me divierta. A los 16 años, cantaba en un grupo punk de chicas y hace un año formé parte de la banda de Sol Marianela tocando el sintetizador, con quien hicimos una pequeña gira por España.

Desde muy chica tuve inquietudes artísticas e hice muchas cosas; al crecer y descubrir el sexo y darme cuenta de lo mucho que lo disfrutaba, terminé interesándome en la pornografía porque pude encontrar en ella un lugar donde convivían todas esas cosas que siempre me interesaron: arte, cine, música, vestuario, sexo y además, activismo.

¿Es cierto que algunas de las cosas que te motivaron para adentrarte en el sexo fue juntar dinero para ir al Primavera Sound 2014 y ver a Pixies en directo?

Ir a ver a Pixies, aunque ya los había visto dos veces y a otras bandas que tocaban en el Festival fue mi excusa perfecta para viajar. Estaba aburrida de Buenos Aires y encontraba mi vida muy rutinaria y monótona, así que al enterarme de la cartelera del Primavera Sound, planeé ir. Al hacer cuentas me di cuenta que con el trabajo donde estaba, donde además no la pasaba bien, tenía que estar más de un año para juntar el dinero del billete de avión. Dio la casualidad de que encontré en Facebook un debate en un grupo feminista sobre prostitución, y al ver los comentarios me di cuenta de que era algo que siempre había pensado pero que había reprimido, y era tiempo de intentarlo.

¿Cuáles son tus primeros trabajos en cuanto embarcas en la industria del sexo?

De adolescente ya me intrigaba el trabajo sexual, fantaseaba con tener sexo con desconocidos y que además me pagaran, pero nunca lo había pensado como una realidad porque tenía mucho miedo al prejuicio ajeno y porque siempre había escuchado las típicas cosas malas de él por confundir trata con prostitución y por todos los tabúes que giran entorno al sexo.

Comencé haciendo fotos eróticas para un amigo, con quien bromeábamos de tener una productora porno. Al poco tiempo y de casualidad, terminé desnudándome en páginas de webcams y sexo virtual, pero dejé luego de unos meses porque me aburría y no ganaba lo que yo esperaba. Al querer juntar plata para viajar a Europa y querer explorar aquella fantasía que siempre había tenido, comencé a hablar con prostitutas, a mirar películas y documentales sobre trabajo sexual, leer libros y teoría sobre el tema y me decidí y comencé a realizar encuentros. En un mes y medio junté lo necesario y viajé a España, donde luego comencé a trabajar para algunas productoras porno.

¿Cómo fue tu comienzo en el porno?

Al buscar información sobre trabajo sexual, encontré a Amarna Miller y a su productora Omnia-X. Con su blog, descubrí que el porno no era una industria terrible, llena de abusos y mujeres sufridas y superficiales, como me habían hecho creer algunos artículos amarillistas que había leído y empecé buscar información sobre porno alternativo. Quedé maravillada y contacté con ella y quedamos para conocernos y así poder hablar de trabajar para Omnia X, pero cuando viajé no pudimos coincidir y luego la productora cerró. Sin embargo, me quedé con las ganas de empezar y viajé a Holanda e hice videos con AbbyWinters y con Zure Room, una productora que estaba iniciándose y con la que en ese momento sentí que había encontrado mi lugar. No solo me hice muy amiga de ellos y hoy la directora de arte es una de mis mejores amigas, sino que además pude ver cómo empieza una productora de cero y aprendí muchísimo.

¿Por qué elegiste el porno alternativo o feminista y no el mainstream o más convencional?

No me gustan mucho las etiquetas porque luego suelen perder el significado real, pero sí, el porno en el que trabajo no es el más conocido y es, algunos más y otros menos, distinto a lo que tal vez uno espera ver en un canal de porno de los que se incluyen en la televisión. Lo que me llamó la atención de la pornografía fue que reunía muchos de mis intereses y eso lo encontré más que nada en el llamado porno ético, alternativo o feminista, el cual espero que tal vez en un momento sea común y simplemente llamado "porno".

El activismo que conllevan muchos de sus directores y performers detrás, el empoderamiento que encontré en él, la libertad sexual, el romper tabúes y prejuicios y el hecho de querer hacer un porno más inclusivo, artístico, enfocado al placer de la mujer y no solo del hombre, es lo que más me motiva hoy por hoy y las razones principales que me llevaron a ser actriz.

¿Con qué directores o productoras has trabajado y cuál ha sido tu rodaje favorito?

Empecé en el porno hace un año y medio pero como viajo mucho, no he tenido tanta continuidad. Por ahora he trabajado con Erika Lust, Emilie Jouvet, Goodyn Green, AbbyWinters y nuevas producciones e ideas como Zure Room, Darkness Studio y Cornucopiax. Es difícil elegir un rodaje favorito porque la he pasado bien en todos, pero si tengo que elegir uno, ha sido con Erika Lust ya que sus producciones son de otro nivel, me he sentido súper cómoda en todo momento y tuve la libertad de elegir los actores con quienes quería rodar. Creo que está haciendo un trabajo excelente y realmente desearía que todas las productoras fueran tan profesionales y con un producto final tan estéticamente bello como el que ella y su equipo ofrecen.

¿Con quiénes te gustaría trabajar?

Hay muchísimas productoras, directores y actricen con quienes me gustaría trabajar en algún momento. Productoras y directores como Four Chambers, Crash Pad Series, Gala Vanting, Petra Joy, Trouble Films, Lucie Blush o Samuel Shanahoy por nombrar algunos y performers como Amarna Miller, Sadie Lune, Anneke Necro, April Flores, Chelsea Poe, Amber Nevada, Silvia Rubí, Arabelle Raphael... ¡Muchos!

¿Te gusta el sexo o en casa de herrero cuchillo de palo?

Creo que si no disfrutara de tener sexo, no podría dedicarme a ningún tipo de trabajo sexual. Nunca tuve muchos prejuicios en cuanto al tema, y a pesar de no haber tenido una educación sexual buena o completa, siempre busqué información por mi cuenta, y aprendí a tomarlo con naturalidad y a llevarlo muy relajado.

Puedo disfrutar mucho del sexo tanto en rodajes, como con clientes o en mi vida privada. Lo que más me gusta es la seducción, los besos, los roces, el juego previo. Me gusta crear una conexión con la otra persona y vivir el momento con pasión y comodidad. Personalmente no puedo hacer nada con constancia si no lo disfruto. Necesito que las actividades que emprendo me hagan feliz y si en algún momento dejan de gustarme, dejo de hacerlas y paso a otra cosa.

¿Qué haces esos días en los que no te apetece ni que te roce el aire?

Lo mejor que tiene el trabajo sexual es que uno puede elegir qué días trabajar, cómo y dónde. Las reglas las pone uno y no los demás, no hay un jefe ni horarios impuestos que cumplir y si uno es independiente, como yo siempre lo he sido, todo el dinero va para quien trabaja.

Las condiciones las pongo yo, por lo que si no me apetece tener sexo y puedo posponerlo, decido que ese día no tendré ningún tipo de actividad sexual y listo.

Hay una parte del feminismo que considera la pornografía como una degradación de la mujer. ¿Cómo les convencerías de todo lo contrario?

Lo degradante es que otras personas vivan culpabilizando, estigmatizando y haciendo juicios morales sobre las decisiones que toman otros. Realmente me enoja y me entristece que las personas se crean con el poder de decirnos qué tenemos que hacer con nuestro cuerpo; específicamente con nuestros genitales, que para muchos son sagrados y algo que solo tenemos que guardar para quienes amamos o para el hecho de reproducirnos: deben entender que para algunos los genitales son una parte más de nuestra corporalidad y que podemos usarlos como un medio para muchas cosas.

Curiosamente, nunca se habla de los hombres que son actores porno, strippers, prostitutos (y hasta se usan nombres más elegantes para nombrarlos: taxy boy, gigolos, adults performers). Nunca se les dice que se están degradando o se les pregunta por qué tomaron tal decisión. Pareciera que es una de las tantas formas de querer seguir teniendo a la mujer controlada y sin capacidad de elección de qué quiere hacer con su vida.

Ese feminismo para mí es un feminismo carente e hipócrita del cual no me interesa ser parte, porque supuestamente aboga por la libertad de las mujeres pero luego les dice qué es lo que tienen que hacer.

¿Consideras que a través de la pornografía se pueden reivindicar aspectos puestos en tela de juicio a nivel social?

Sí. Creo que cada uno es libre de hacer con su vida lo que le de la gana, en tanto no perjudique a un otro. No hay nada de malo en que alguien decida por su propia voluntad que quiere salir desnudo en cámara teniendo sexo, ni que quiera aparecer bailando con poca ropa en la televisión o que ofrezca un servicio como prostituta. Entiendo que nuestros cerebros están programados biológicamente con algunos pensamientos arcaicos que a veces nos hacen reaccionar de una manera, pero creo que podemos modificarlo y aprender que ya no estamos en las épocas de las cavernas donde había que preocuparse si una mujer era "promiscua" porque al hombre se le iba a dificultar más propagar sus genes.

Ahora existen los métodos anticonceptivos, las enfermedades son más controladas y el sexo casual es algo cotidiano y que muchos elegimos tener por mero placer y no con el fin de tener hijos. Puede que a algunas personas la idea de tener sexo por dinero, por arte o "porque sí" no les agrade ni les llame la atención, y está perfecto, ya que nadie está incitando a que lo hagan, pero tienen que entender que otros vivimos y tenemos una visión distinta del sexo y de lo que hacemos con él, y que también merecemos respeto. Algunas personas podemos vivir nuestra sexualidad tan libremente que podemos utilizarla no solo para placer personal y en nuestra vida privada sino también, como un medio económico o artístico.

¿Qué opinas de la actual educación sexual por parte de las familias y los colegios? Creo que es una educación deficiente, que hace que busquemos en la pornografía todo aquello que no nos enseñaron y que luego por ello tengamos expectativas altas que no se cumplen o aprendamos cosas que en la vida real son distintas.

Veo que la culpa no es de la pornografía ya que todos deberían saber que representa fantasías, como cualquier otro tipo de cine, sino de que no tenemos un buen lugar donde aprender todo aquello que nos inquieta saber sobre sexualidad. Ahora con Internet es un poco más fácil, pero no todos tienen acceso a él.

A muchas familias les da pudor hablar del tema porque han vivido sumergidos en una cultura donde el sexo era tabú (y aún lo sigue siendo, en algunos países más y en otros menos) y en el colegio pasa similar. Lo que nos enseñan son cosas básicas, a veces con mensajes cargados de advertencia y sobreprotección, hablando solo de la prevención de enfermedades (algo que también lo veo incompleto y que debería enseñarse además con campañas y con información más clara) pero jamás del disfrute y el placer que puede darnos el sexo.

De todos modos, de a poco eso irá cambiando, si es que así lo queremos. No olvidemos que hace unos años atrás el placer de la mujer aún era un misterio y el sexo estaba resguardado especialmente para procrear, por lo que a medida que nosotros visibilicemos la sexualidad como algo más natural, que cada vez más trabajadores sexuales hablemos y que la gente expresar sus preferencias sin miedos y prejuicios, el vivir la sexualidad como queramos sin que no existan personas opinando sobre ella, espero, será una realidad.

¿Qué papel crees que juega la pornografía en la sociedad?

Lo que vemos en el porno convencional son generalmente actores con físicos delgados, tonificados e inalcanzables para muchos, genitales que no suelen variar en tamaños, formas ni colores; una falta de inclusión de variedad de cuerpos, de personas con diversidad funcional, actores y actrices trans o queers y ciertas acciones o tipos de corporalidad catalogadas como fetiches.

Todo eso nos puede llevar a pensar que el hecho de cómo nosotros seamos físicamente o nuestras preferencias no son lo esperado o aceptado y llevarnos a hacernos sentirnos mal. Nuestra construcción de autoestima también se ve influenciada por lo que vemos en los medios audiovisuales y de comunicaciones, y por supuesto por lo que vemos en el porno.

Además, el hecho de que algunas cosas no se muestren en cámara, como el uso del lubricante en las mujeres, el que no haya una larga previa o el uso de preservativos, puede hacer que muchas personas crean que es así como tienen que manejarse luego a la hora de tener relaciones sexuales. Hay que recordar que el porno es algo mayoritariamente ficticio, donde los actores tienen sexo real y disfrutan, pero que también hay poses que se hacen solo porque se ven bien en cámara o acciones que el director quiere omitir porque así lo quiso y que el sexo de la vida real puede ser bastante distinto. Creo que tiene que existir más pornografía inclusiva, pero también soy consciente de que a mucha gente le gusta la pornografía convencional que viene haciéndose hace años, por lo que, aunque personalmente cambiaría algunas cosas, me gustaría que pudieran convivir de buena manera y que nosotros seamos quienes decidimos qué queremos mirar.

¿En algún momento tu profesión ha afectado a tu vida privada?

Sí, el hecho de vivir mi sexualidad tan abiertamente y el utilizarla no solo para placer personal sino también como profesión me ha afectado, en buenas y malas maneras. Lo bueno ha sido que me ayudó a valorarme más, a poder mejorar y trabajar mi autoestima y a aceptarme un poco más como soy: hoy en día hay vídeos o fotos mías por Internet que no me gustan mucho pero lo acepto y sigo con mi vida. Aprendí a no darle tanta trascendencia a mi imagen o a lo que puedan decir de mí. Y en lo práctico, he hecho o disfrutado cosas que nunca había intentado antes, además de haber conocido personas y lugares increíbles.

Lo malo el el estigma y los prejuicios de los demás que uno tiene que cargar. El ideario de la sociedad en general sobre la prostitución, los actores porno y el sexo está cargado de confusiones y cientos de cosas que no son ciertas e ir contra todo eso no es fácil. Conozco trabajadores sexuales que a pesar de disfrutar su trabajo, han tenido que mentir en su casa y a su familia, teniendo una doble vida y padeciéndolo, peleándose con amigos o parejas, cuando podría haber sido distinto. No quiero eso, ni para mi ni para ninguna de las personas que elige ser trabajador sexual.

¿Ha afectado en tus relaciones amorosas y/o sentimentales?

En mis relaciones sentimentales ha influenciado pero porque justo di con personas que no podían aceptar del todo que yo tuviera sexo con otras personas y más aún, que lo hiciera público. En su momento me hizo sentir mal y dudar sobre mi elección, pero hoy por hoy, tengo bien en claro lo que quiero y que el tipo de parejas que me interesa tener son personas con mis mismos ideales, conceptos y libertades. Además, no creo que tengamos que salir con una sola persona si así lo queremos, sino con cuantas queramos, mientras haya un consenso de que así será.

¿Has sufrido acoso virtual de personas que dicen cosas que no quieres leer o te envían fotos de sus genitales?

Sucede que muchas personas creen que al decir abiertamente que tenemos sexo y lo disfrutamos, damos vía libre a que nos falten el respeto o nos digan cosas que no queremos leer o ver. A veces me cuesta abrir mi Facebook por algunos mensajes que tengo de hombres que desconozco diciéndome cientos de cosas por día, lo cual se vuelve una especie de acoso que abruma. Te exigen que les respondas solo por el hecho de verte conectada y ahora con las redes sociales puede volverse difícil poner un límite. Quisiera que puedan darse cuenta de que es desubicado enviar descripciones de sus fantasías o fotos sexuales a alguien que jamás lo pidió ni dio su consentimiento para que lo hicieran.

¿Qué opinas de la palabra 'puta' y de aquellos que la usan como un término peyorativo para insultar a una mujer?

Siempre me resultó agresiva, más que nada porque en Argentina el insulto más común es "hijo de puta", dando a entender que ser hijo de una puta es algo malo e indigno. Conozco hijos de prostitutas que ven el trabajo de sus mamás como un trabajo más y que quizás son más sanos, bondadosos y felices que los que pertenecen a familias donde los padres han tenido cualquier otra profesión bien considerada. Con el tiempo, me di cuenta de la importancia de la reinvención del lenguaje y que está bueno apropiarse de las palabras y darles nuestro propio significado, quitándoles nosotros mismos la connotación negativa y usándola en nuestro ámbito de cotidianidad, para que así además cuando alguien quiera insultarnos, no pueda hacerlo, porque esa palabra ya nos pertenece y no vemos nada de malo en ella.

¿Estás a favor de la legalización de la prostitución como trabajadoras autónomas que paguen sus impuestos y seguros?

Sí, estoy principalmente a favor de una ley que considere el trabajo sexual como un trabajo, porque lo es, más allá de cualquier debate moral que pueda hacerse y por más que a algunos no les guste: la prostitución existe y va a seguir existiendo, porque muchas personas la ven como el trabajo que mejor cumple con sus necesidades de todo el mercado laboral. Eso ayudaría no solo a obtener beneficios a quienes lo ejercen sino también a que el estigma sea cada vez menor y poder terminar con el vacío legal actual en el país, que hace que la prostitución sea criminalizada y que hoy un montón de trabajadoras tengan que pagar a policías para que las dejen ejercer tranquilas. Hace poco comencé a colaborar en Ammar, la organización de prostitutas de Argentina y por ejemplo, esta semana hemos tenido una charla de Trabajadoras sexuales a Legisladoras, donde pedimos por nuestros derechos. Algunas de las historias que he escuchado de mis compañeras son muy fuertes. Ellas eligen la prostitución como fuente de trabajo, pero no solo padecen el estigma social, sino que además tienen que pagarle un salario por mes a la comisaría y policías más cercanos porque sino las llevan a la cárcel, culpándolas de cualquier cosa, haciéndoles allanamientos en sus propias casas y tratándolas muy mal. Hay un abuso de poder que no se puede tolerar más y que tiene que terminar de una vez por todas, y con una ley que nos proteja, estas cosas se supone que deberían dejar de pasar.

¿Piensas que la legalización es una forma efectiva para acabar con la trata de personas?

Sí, creo que ayudaría a terminar con la trata, y es algo que todos los trabajadores sexuales queremos. Haría más visible que quienes deberían encargarse de encontrar y ayudar a esas personas obligadas a vivir una esclavitud sexual, están ocupados atacando a prostitutas que lo hacen por su propia voluntad y además, cobrándoles coimas. Muchos políticos y mucha gente que trabaja en la policía son culpables de que la trata siga existiendo porque son los grandes encubridores y partícipes, amigos y socios de los que llevan adelante estas mafias. También me parece importante remarcar que quienes quieren abolir la prostitución, las llamadas "abolicionistas" confundiéndola con trata, no hacen más que desinformar, marginalizar a quienes ejercemos por libre elección y no hacer nada práctico al respecto de las víctimas de trata. Muchas jamás han querido debatir o escuchar la experiencia de quienes elegimos el trabajo sexual, sino que se basan en historias de personas que no querían ser prostitutas o en juicios morales.

Aparte de ser activista sexual también eres defensora de los derechos animales. Actualmente también colaboras en la ONG 'Animal Libre'. ¿En que se basa este proyecto?

Para ser sincera, nunca fui muy empática a los animales ni me había planteado acerca de mis hábitos alimentarios. Pero hace cuatro años, apareció una gatita bebé cerca de mi casa, con mucha hambre y decidí adoptarla. Me ayudó a construir esa empatía hacia un otro, y darme cuenta de que ella siente al igual que otros animales que yo consumía a diario, sin cuestionarme si habían sufrido para llegar a mi plato. Investigué y descubrí vídeos de cómo eran los mataderos, los tambos y las distintas industrias que los explotan y quedé muy sorprendida. Jamás había imaginado las cosas que tienen que padecer durante toda su vida para que tengamos algo hecho a base de ellos por cinco minutos en nuestra mesa. Me hice vegetariana y al poco tiempo vegana, queriendo ser activista desde el primer día. Luego de pasar por varios tipos de activismo y algunas organizaciones, hace un año junto a otros compañeros, fundamos Animal Libre en Argentina, que ya viene haciendo activismo hace cinco años en Chile. Nuestro trabajo se basa en informar acerca de la realidad de los animales y ofrecer información para así ayudarlos, tanto a pie de calle como por Internet y distintos medios de comunicación. Por suerte para los animales, hay cada vez más personas que deciden optar por una dieta de origen vegetal y solidarizarse activamente con ellos.

¿Te consideras una personas en constante lucha con los más desfavorecidos de la sociedad?

Considero que si algo nos molesta o queremos que cambie, debemos ser esa gente de cambio y no esperar a que otros lo hagan por nosotros o que todo siga igual. Hay muchísimas cosas que están mal en el mundo, como cosas que reconozco como necesarias y primordiales que dejen de suceder como lo son el hambre, la pobreza, el sufrimiento que padecen tanto humanos y no humanos y también por ejemplo, los prejuicios que padecen las minorías. Quiero que la sociedad cambie, que de un vuelco hacia su lado más solidario, que se despoje de los prejuicios y tabúes, que aprendamos a disfrutar nuestra vida y que todos podamos vivirla en pleno bienestar.

¿Qué planes tienes tanto en tu vida como en tu carrera?

Además de seguir viajando, el activismo y la música, quiero seguir trabajando para productoras y directores que me gusten sus propuestas. Me hace muy feliz cuando alguien me ofrece colaborar en sus proyectos y formar parte de ellos, ya sea un documental, una película o vídeo porno -o no-, una sesión de fotos o escribir para un artículo. También me gustaría formarme en medios audiovisuales y en actuación y en un futuro no tan lejano, empezar a crear mi propio material y armar una productora. En Argentina lo poco que hay de cine porno está dirigido a un público mayoritariamente masculino y no hay mucha diversidad de propuestas. Sería genial que podamos organizar festivales como el Porn Film Festival de Berlin, que comiencen proyectos nuevos de porno, que la sexualidad y los trabajadores sexuales estén presentes en cada vez más medios de comunicación, que mejore la educación sexual y que cada vez seamos más los que nos revelamos a una sociedad repleta de prejuicios que nos quiere obligar a que vivamos cumpliendo mandatos que ya muchos hemos decidido que no queremos continuar.