Infidelidad: Sexo contra sentimientos

¿Qué duele más: unos cuernos de una noche o esa mentira con trayectoria en el tiempo que es la de amar a otra persona que no es tu pareja?

Al hablar de infidelidad siempre nos viene ala cabeza la imagen del marido pillando a la mujer en plena acción con el delbutanero. Sin embargo, existen multitud de tipos de infidelidades que van másallá de una mera atracción sexual. En este momento nos hacemos la eternapregunta de: ¿Qué te dolería más: unos cuernos de una noche o esa mentiracon trayectoria en el tiempo que es la de amar aotra persona que no es tu pareja?

Algunos expertos en la materia consideranincluso que existe el gen de la infidelidad.Esta teoría no me convence demasiado, así que para hablar del tema primero me gustaríadiferenciar entre sexos.

Ya sabemos que las cosas han evolucionado y se han igualado con el tiempo. Machos y hembras nos diferenciamos cada vez menos, por lo que no se puede generalizar. Aunque desde mi punto de vista,los hombres suelen ser adúlteros por sexo y las mujeres por cariño.

Sexo versus Cariño

Si preguntamos a un chico por qué ha puestolos cuernos a su novia, en la mayoría de los casos te diría: tenía que buscarfuera lo que no encontraba en casa (véase¿felación?), estaba borracho, me convencieron mis amigos. Estas tresacepciones os las resumo en una: SEXO

En el caso de las mujeres sería máscomplicado que me contestaran (por eso de la discreción). Si lo hiciera unachica, ésta me diría que ya no siente lo mismo por su chico, que larelación pasa por un mal momento o que comienza a sentir cosas por otrapersona. Vuelvo a resumir: CARIÑO

¡Qué difícil es para mí ponerme en este casoen el pellejo de los hombres! (en el buen sentido). No os sobresaltéis. Osdiré qué opino en ambos casos.

El género masculino es mucho más instintivoque el femenino. Si, ya sé que no es una excusa para poner los cuernos y quecuando el hambre aprieta debe seguirse la dieta pero, a veces, parece ser cierto el topicazo de que los hombres piensan con el pene. Hay momentos en los que el miembro masculino adquiere vida propia y se le cruzan los cables. Ante esto, deben aprender acalmar sus ansias amatorias y usar el cerebro para considerar hasta qué puntopueden dañar a las personas.

Pensar con el verdadero cerebro

En el caso de las mujeres el cerebro se ubica en el corazón. «Si no me quieren aquí, debo encontrar el amor (y por tanto, el sexo) en otra persona», piensan muchas mujeres. Queremos afecto, abrazos, sentir esa primera vez,una llamada. Pero queridas, recordad: eso sólo dura un par de mesesen la mayoría de los casos y más tarde la cabra tiende al monte. 

Tendríamos que dejar de pensar con los órganos sexuales o con el corazón yhacerlo con eso que tenemos dentro del cráneo. Es loúnico que nos hace ser racionales y que nos diferencia de los animales. Lo único que nos hace reconocer que debemos cuidar lo que tenemos allado. Tanto hombres como mujeres.

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