Las mejores técnicas para ligar

Ligar para muchos se convierte en un auténtico reto. Las técnicas para hacerlo son tan variadas como personas hay en el mundo, pero algunas de ellas nunca fallan. Hoy hablamos de la seducción a través de la insinuación

Os voy a dar unas cuentas claves tanto a chicos como a chicas de cómo ligar de la forma más elegante. La vida, o nuestros padres, nos ha dado un cuerpo maravilloso que olvidamos potenciar a la hora de seducir. Es nuestra mejor arma para llevarnos a nuestro campo de juego al contrincante, para conseguir ese ansiado deseo sexual y saciar las ansias de poder tener muy cerca a esa persona por la que estamos colados. 

¿Cómo podemos poner en práctica la seducción?

Los seres humanos somos un poco gatos. Nos excita la curiosidad, ver qué hay más allá de las cosas y también de la ropa. Son muchos los que prefieren observar a una mujer o a un hombre en ropa interior antes que ver un desnudo integral. Seducir no quiere decir enseñar, pero tiene que ver con intuir.

Por ejemplo, acudimos a una primera cita con el chico del que estamos enamoradas. Para esa velada nos ponemos nuestra ropa más sexy y sugerente (traducido al lenguaje femenino: lo que enseñe más canalillo y sea más corto) ¡Error! ¡Ser sexy no quiere decir ser exhibicionista! Os aseguro que triunfaremos mucho más con una fina camisa de gasa que permita ver la forma de nuestro sujetador. Lo que hay debajo, sólo tiene que imaginárselo el chico. Eso, o acudir a una siguiente cita.

En el caso de los hombres es mucho más complicado poner en práctica el juego de la seducción con el cuerpo. Las mujeres no solemos imaginarnos en una primera cita el tamaño del pene del chico. Al menos, la mayoría. El hombre debe mostrar solamente una parte de él preservando un lado casi oscuro de su vida privada. Podrá poner en juego las miradas y las sonrisas acudiendo incluso a la crueldad de un roce que culmina sin un acercamiento a los labios.

No podemos olvidar algo esencial a la hora de seducir: hacerlo a través de cosas que tampoco se ven, como la elegancia, la educación o la inteligencia. Nuestro órgano sexual más importante es el cerebro y desde él deben emanar todo tipo de situaciones elocuentes que hagan permanecer receptiva a la persona que tenemos en frente. A veces una conversación resulta más sexy que todos los escotes del mundo.

Los olores

No puedo acabar sin hablar de ellos. Cuando queremos seducir debemos dejar huella tanto en el cuerpo de nuestra víctima como en el tejido de su ropa. No hay que recurrir a colonias cuyo olor no nos dejen ni respirar, sino a un aroma más limpio y sexy. Totalmente recomendable para los hombres un buen after save y para nosotras un aceite de almizcle. ¡Ah! Y otro secretillo para ellas: un olor masculino atrae más a un hombre que cualquiera de nuestros aromas de mujercitas (¡totalmente comprobado!).

Son sólo algunos detalles de cómo en el arte del ligoteo es mucho mejor guardarnos cosas para una siguiente cita. Debemos poner en juego todo lo dicho antes y seguro que después de un primer encuentro habrá un segundo y un tercero. Pero eso sí... tampoco pequemos de ser muy estrechos.

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