Masturbarse, en femenino

El enorme mito de esta íntima práctica es pensar que las mujeres no se masturban. Lo que nos diferencia de los hombres es la discreción, sobre todo al hablar de ello

Hasta hace poco, cuandohablábamos de masturbación nos venían a la cabeza imágenes de chicosadolescentes con la cara llena de espinillas. Sin embargo, era un tema en elque los jóvenes se sentían libres como para incluso compartirlo con otroscolegas y no solamente con palabras.¿Por qué en el caso de las mujeres no ocurre lo mismo?

En esto como en otrosmuchos temas sexuales lo que nos diferencia a hombres y mujeres es ladiscreción. Ellos alardean de lo que duran, de la erección del pene, de lapotencia de eyaculación. Nosotras buscamos la intimidad de un cuarto de baño ode una habitación oscura. No nos escondemos detrás de una revista erótica niquedamos hipnotizadas por una película porno.

Nosotras nos adentramos en ellujurioso mundo de nuestra mente. Somos capaces de crear historias «rocambolescas» con nuestro profesor de matemáticas, nuestro jefe o el padre dela compañera de clase de tu hijo…Y loescondemos. Lo escondemos porque nos sentimos culpables de disfrutar denosotras mismas y de ser sexualmente activas.

No es algo pecaminoso

Pienso que el mayor mitosobre la masturbación no es ni que te salen granitos en la cara, ni que tequedas estéril o que provoca ceguera. Elenorme mito está en pensar que las mujeres no se masturban. A pesar de quese siga negando a las parejas, las amigas o los padres, nosotras también nosmasturbamos y deberíamos dejar de verlo como algo pecaminoso. Os voy a dar unaserie de razones por las que no debe parecernos algo malo:

  • Hace que disminuyamos nuestras tensiones sexuales, el estrés o la ansiedad
  • Nos ayuda a conciliar el sueño
  • Nos proporciona una mayor sensibilidad que podemos recuperar a la hora de tener una relación sexual con la pareja
  • Aminora los dolores menstruales
  • Se liberan una serie de hormonas que mejoran vuestro ánimo
  • Provoca la liberación de endorfinas
  • Refuerza nuestro sistema inmunológico

Estas son sólo algunasde las propiedades de la masturbación femenina. ¿Por qué deberíamos sentirnos mal por descubrir nuestro cuerpo demujer? La respuesta es fácil: por cultura. Pero es algoimpuesto que para bien o para mal seguiremos saltándonos en cuartos oscuros obaños cerrados.

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