Orgasmos mamarios

Los pechos, una de las zonas erógenas con más terminaciones nerviosas de nuestro cuerpo... y de la que nos olvidamos excitar cuando queremos llegar al orgasmo

Cuando hablamos de orgasmos siempre pensamos en el clitoriano o en la manipulación del punto G. Hay muchos lugares ennuestro cuerpo con los que podemos disfrutar hasta el punto de alcanzar elclímax. Sin embargo, nos olvidamos de ellos.

Los pechos son fuente de placer. Un soplo, un roce o una caricia provocanuna explosión de hormonas en nuestro cuerpo.Oxitocina (hormona del placer) yprolactina se ponen manos a la obra para poder ofrecernos una gran cantidadde sensaciones capaces de hacernos llegar al orgasmo.

Cada mujer es diferente y siente de manera distinta a las demás. Hastaahora, se pensaba que los orgasmos mamarios sólo podían conseguirlo el 1% de lapoblación (según el Informe Kinsey,Masters o Johnson). Sin embargo, el DoctorHerbert Otto certifica, después de realizar estudios con más de 500mujeres, que el 29% de nosotras podemos sentirnos privilegiadas por poder llegar alorgasmo manipulando nuestros senos.

Orgasmo paciente

Para conseguirlo debemos armarnos de paciencia e ir poco apoco. Un buen aceite de masaje (si es comestible, mejor) ayudará a acariciarla zona. Podemos prepararla realizando giros en la areola con las yemas de losdedos, tirar suavemente, succionar y, poco a poco, excitarnos hasta el punto detocar el cielo con las manos.

Pezones masculinos

Los hombres también tienensensibilidad en su zona pectoral. Pero si para nosotras ya se convierte en algo complicadoestimular nuestros pechos, en los hombres la dificultad se multiplicapor mil. Lo mejor es dejar que los chicos disfruten con nuestros pezones y quenosotras podamos sentirnos como diosas en el Olimpo.

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