Nos situamos en el Imperio Romano, exactamente en el siglo III. El gobernador Claudius Aurelius Marcus Gothicus decidió prohibir los matrimonios para los jóvenes para que los hombres fueran reclutados a filas.

Mientras tanto, en Roma, un sacerdote decidió imponerse a la norma de Claudio y comenzó a celebrar matrimonios de forma clandestina. Al enterarse de esto, el tirano gobernador ordenó su detención pero Valentín, que era como se llamaba el sacerdote, realizó un milagro antes de ser puesto entre rejas. El hombre le devolvió la vista a Julia, la hija del carcelero, de la que más tarde se enamoró. A pesar de ello su sentencia le condenó a muerte y fue ejecutado el 14 de febrero del año 270. Antes de morir mandó una carta a la joven que firmaba con esta frase: "De tu Valentín."

En su tumba la mujer plantó un almendro del que emanaron para la eternidad flores de color rosa, símbolo del amor y la amistad eterna. Leyenda o realidad, hasta el propio Papa Francisco quiso celebrar en 2014 San Valentín con el fin de devolver el sentido religioso de este obituario que ensalza el amor y la amistad entre personas.

Millones de personas en todo el mundo recibirán su regalo este San Valentín. Las mujeres son las que más empeño ponen en este día pero también las que más batacazos se llevan. Según la web wanda.es, el 68% de ellas consideran que el romanticismo ya no se lleva, 6 de cada 10 españoles se sienten decepcionados con su regalo o el tratamiento de su pareja en este día del amor y para rizar el rizo, 1 de cada 3 encuestados busca venganza por su regalo del año pasado.

Con todos estos datos en la  mano yo me pregunto: ¿Es totalmente necesario celebrar San Valentín? Si tenemos claro que es una estrategia de marketing de mercado, ¿por qué seguimos comprando sin parar cojines de corazones y perfumes de los caros? Está claro: hemos pasado de la demostración de amor a la pareja al miedo ante las consecuencias de un regalo desafortunado o lo que es peor, regalar por regalar para no quedar fatal.

En el estudio anterior ha participado una muestra de 2900 personas con edades comprendidas entre los 18 y los 60 años (las edades anteriores no valen al estar en plena ebullición del "Love is in the Air").

Si eres de esas personas que amas tu soltería, que se te remueve el estómago al ver cómo las parejas se besan desenfrenadamente por las calles para celebrar San Valentín o que en vez de rojo te pones negro cuando te topas con un corazón, deberías ser de los que celebran el día internacional del sexo oral.

Para la London School of Economics, la escuela de economía y ciencias políticas de Londres, el día 6 de septiembre se celebra este otro tipo de día que no requiere amor pero sí una persona con la que practicarlo. La fecha ha sido escogida por la relación existente entre el 6 de septiembre, siendo este el mes el noveno del año. Al unir ambos números  forman la conocida postura del 69, en la que dos personas se masturban oralmente el uno al otro.

Si bien es cierto que dar placer no cuesta dinero (dependiendo del caso), el regalo en este día es mucho más equitativo que el de San Valentín, ya que en el día internacional del sexo oral cada uno da lo que recibe. Las redes sociales pronto se han hecho eco de ello actuando como plataforma de todas aquellas personas que lo quieren celebrar. En Facebook se ha creado un grupo para los que quieran compartir sus andanza, mientras que en Twitter la gente ha llegado incluso a comentar sus preparativos antes de esta particular celebración.